Doctor en ciencias (1846) y en farmacia (1846). Fue profesor de matemáticas en la Universidad de Barcelona y en la Escuela Industrial.

En una postguerra que no animaba a los grandes descubrimientos, Pere Puig Muset formó parte de las mentes brillantes que contribuyeron a la creación de una farmacéutica moderna. Investigador apasionado, didáctico con todos aquellos que se le acercaban y generoso con sus descubrimientos, Puig Muset se arriesgó creando unos laboratorios farmacéuticos para la creación de productos originales, mientras la tónica en España era copiar fórmulas ya establecidas.