Definido por su modestia, Joan Cadevall «no aspiraba que su nombre figurase algún día al lado de los de Costa, Trèmols, Vayreda…, respetabilísimos; se habría contentado en ir detrás de ellos, a una distancia prudencial…», como indicaba el botánico Pius Font i Quer en la larga nota necrológica que le dedicó. Pero no fue así, Cadevall se convirtió en uno de los científicos más destacados de finales del siglo XIX y principios del XX en Catalunya.

Era una persona que deseaba aplicar tanto como fuera posible las novedades de la ciencia moderna. De temperamento abierto y franco, si una cosa le gustaba la elogiaba libremente, pero, si no le gustaba la criticaba con la misma libertad.

Médico y catedrático de bioquímica en la facultad de Medicina de la Universitat de Barcelona. Carreras fue uno de los principales impulsores de la bioquímica en Cataluña durante los últimos 40 años. Su obra docente e investigadora fue esencial para recuperar el trabajo del Instituto de Fisiología, creado por August Pi i Sunyer en 1921 y suprimido al finalizar la Guerra Civil Española el 1939.

Investigó los problemas de la hilatura de fibras textiles y en el año 1913 inventó un dispositivo para la filatura de algodón, el cual, basado en un mecanismo que denominó sistema de grandes estirajes, revolucionó la industria algodonera.

Catedrática emérita de la Universitat Autònoma de Barcelona, fue la primera mujer que ingresó como miembro agregado del Institut d´Estudis Catalans, Sección de Ciencias Biológicas (l978) y presidenta de la Institució Catalana d´Història Natural (1980-81), Sociedad Filial del Institut d’Estudis Catalans. También fue miembro de la Reial Acadèmia de Farmàcia de Catalunya.

Se doctoró en la Universidad de Barcelona, de la cual fue profesor adjunto (1950-66). Fue catedrático de química analítica en la Universidad de la Laguna (1967-69) y en la Universidad  Autónoma de Barcelona (1969-76), de química orgánica y analítica en la E. T. S. de Ingenieros Industriales de Barcelona (1969-76), y de química analítica en la Universidad de Barcelona desde 1976.

Realizó estudios celulares sobre los diferentes tipos de maderas y estableció nuevos procedimientos analíticos para la determinación de las especies a través de su madera. Publicó varios estudios al respecto, innovadores en el campo de la histología vegetal, cosa que fue reconocida por el Premio Nobel Santiago Ramón y Cajal.

Hay personas que han hecho grandes aportaciones científicas a lo largo de su carrera profesional y hay otras que han abierto camino para que eso fuera posible. Éste es el caso de Martina Castells Ballespí que murió con sólo treinta y un años, sin que pudiera desarrollar su carrera profesional. Pero fue una pionera, una de las primeras mujeres que se doctoraron en medicina en Barcelona.

El Dr. Josep Castells Guardiola nació en Barcelona el 27 de mayo de 1925, hijo del médico Feliu Castells Farrarons y de Josefina Guardiola Rosa. Su padre, aparte de buen facultativo, fue nombrado médico del primer equipo del Barça durante el mandato del presidente Rafael Llopart (1915-16). Josep Castells cursó el bachillerato en el Instituto Balmes y obtuvo la licenciatura en Ciencias Químicas por la UB, con Premio Extraordinario (1948).

Ingeniero industrial, catedrático de análisis matemático en la Escola d’Enginyers Industrials de Barcelona, de la cual fue director (1913-32).