Ingeniero y catedrático de electricidad por la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC). Profesor recordado, ingeniero reconocido y una figura académica respetada, Enric Ras i Oliva llevó la ingeniería más allá de lo que se podía cuando empezó a practicarla, en mitad de la guerra civil española. Implicado no sólo en su trabajo, sino en el futuro de la ingeniería en Cataluña y el de su formación, también supo remarcar la importancia de la responsabilidad ecológica y social que todo esto implicaba.
Nacido en 1905 en Barcelona, hijo del cirujano Antoni Raventós i Avinyò del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau y sobrino del historiador, arquitecto y colaborador de Prat de la Riba al IEC, Josep Pijoan i Soteras, cursó sus estudios de Medicina en la Universidad de Barcelona, donde fue alumno interno de Fisiología con el Dr. August Pi i Sunyer. Obtuvo la licenciatura en 1930 y fue médico interno, posteriormente profesor interno y profesor ayudando de Fisiología Humana del Departamento de Fisiología. Presentó la Tesis Doctoral el 1934 sobre neurotransmisores.
Especialista de referencia mundial en el estudio de los briozoos fósiles. Miembro de la Sección de Ciencias y Tecnología del Instituto de Estudios Catalanes (IEC) desde 1986. Científico y humanista, fue fundador y director de la revista Contributions to Science.
Disculpe las molestias, todavía estamos trabajando en esta traducción.
Estudió las primeras letras en Sitges, población natal de su padre, se licenció en medicina en Barcelona (1863) y se doctoró en Madrid (1864). Fue médico titular del Hospital de la Santa Creu en 1869.
El Dr. Joan Rodés nace en Barcelona el 11 de marzo de 1938. Su infancia está marcada por la precariedad y la represión de la posguerra un vez acabada la Guerra Civil Española. Estudia Medicina, influido por su abuelo materno el Dr. Pau Teixidor, médico de Rodonyà. Lo hace a la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona, entre los años 1955 y 1962.
Participó en la realización de grandes obras públicas en América del Sur. Con motivo de las excavaciones requeridas por estas obras descubrió huesos de un tamaño muy superior al habitual.
Se dedicó al estudio de las algas, de las cuales reunió una valiosa colección, y de la flora menorquina.
Estudió en la Escuela de Veterinaria de Zaragoza y trabajó en Barcelona y Ripoll. Tuvo que exiliarse con motivo de la Semana Trágica (1909) y pasó a Francia, donde se interesó por el estudio de las producciones pecuarias del Principado.