Se tituló en Barcelona en 1925, y fue discípulo de Ramón Turró y de August Pi i Sunyer. Realizó prácticas de investigación en el Instituto de Fisiología y en el Laboratorio Municipal de Barcelona, dirigido por Turró, y perteneció a la Sociedad de Biología de Barcelona (actual Sociedad Catalana de Biología). Estableció relaciones personales y de investigación con Pere Domingo y Jaume Sunyer Pi, entre otros.
Bioquímico, licenciado en ciencias químicas por la Universidad de Barcelona (1947), se doctoró en bioquímica en el Baylor College of Medicine de Houston (EEUU) en 1956, donde estudió el metabolismo del ácido fórmico en los tejidos animales, investigaciones que fueron clave para el estudio sobre el origen de la vida y la interpretación de la ausencia de vida en el planeta Marte.
Estuvo afiliado al grupo de ilustrados catalanes, dentro del cual colaboró en el afán de progreso técnico y social. En medicina destacaron sus luchas contra rutinas y superstición, en pro de la inoculación antivariolosa y más tarde de la vacuna, y en general de la higiene y la salubridad pública.
Maestro e investigador infatigable y sumamente educado, respetuoso y amable. Estudió medicina en la Universidad de Barcelona y acabó en el año 1908. Inicialmente se especializó en oftalmología, pero era un hombre muy sensible y quedó muy afectado por la muerte de un pariente, que no pudo evitar.