Ingeniero y catedrático de electricidad por la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC). Profesor recordado, ingeniero reconocido y una figura académica respetada, Enric Ras i Oliva llevó la ingeniería más allá de lo que se podía cuando empezó a practicarla, en mitad de la guerra civil española. Implicado no sólo en su trabajo, sino en el futuro de la ingeniería en Cataluña y el de su formación, también supo remarcar la importancia de la responsabilidad ecológica y social que todo esto implicaba.
Al final de secundaria, que cursó en Tarragona, ya destacó como uno de los graduados escolares más jóvenes del Estado español y con la mejor calificación posible. En la universidad siguió en esta posición avanzada, licenciándose en Ingeniería industrial en 1936, dos años antes de lo que era habitual. Como para muchos otros profesionales, la guerra civil española fue un freno para el desarrollo general de su campo y en particular de su propia carrera.
Ingeniero de profesión
A pesar de todo, ya al final de la guerra completó los estudios que había iniciado en paralelo con los de ingeniería, licenciándose en Matemáticas. Durante la guerra trabajó en Suministros Aeronáuticos (SAF3), después en Fibras Artificiales y en 1942 ingresó en la firma AEG Ibérica de Electricidad, primero como jefe ingeniero y posteriormente gerente y director técnico nacional. Esta responsabilidad, que en dos ocasiones simultaneó con el encargo de la dirección de la fábrica de motores, transformadores e interruptores de AEG Industrial, le comportaba mucho tiempo y le impidió aceptar otros cargos de gran valor en la universidad o en instituciones.
Su dedicación a la empresa no le hizo renunciar a una actividad constante en distintas entidades. Ocupó cargos en la Asociación de Ingenieros Industriales de Barcelona, fue miembro del Instituto Catalán de Ingenieros desde su creación en 1985 y hasta 1995, fue uno de los fundadores de la revistaNovatecnia y participó continuamente en debates, congresos y escritos sobre la responsabilidad social y ecológica de la ingeniería. Por citar algunos: la Reunión General de la Comisión Electrotécnica Internacional (1959), el Congreso Mundial de Electrotécnica de Moscú (1977) o la Conferencia Internacional de las Grandes Redes Eléctricas, de la cual fue miembro permanente desde 1951 hasta 1985, y en muchas ocasiones como representante de la UPC.
Algunas de sus reflexiones inquietan por la actualidad de las ideas que expresan. Lo podemos comprobar en este texto de 1983 que leyó en la sesión inaugural del curso 1982-1983 del Instituto de Estudios Catalanes: «En plena crisis de la cultura occidental, la mayoría de países han entrado en un túnel de tiempos negruzcos generalizados. Pero debemos recordar que crisis según la aceptación etimológica griega (krisis) es decisión. Se puede vivir en crisis permanente sin que esto suponga necesariamente enfermedad. La enfermedad a menudo proviene de la acumulación de problemas debido al aplazamiento de decisiones. Hecho que se agrava con el ritmo acelerado del progreso.»
A las virtudes de Ras i Oliva como ingeniero y hombre de confianza tanto para las instituciones como para las empresas, cabe sumarle el impacto de su personalidad en aquellos que lo conocieron. Las palabras que Joaquim Agulló, miembro de la Sección de Ciencia y Tecnología del Instituto de Estudios Catalanes, le dedica en la necrológica que publicó en Contributions to Science (2010) son un buen testimonio: «Enric Ras fue un profesor ejemplar y una de las grandes mentes en ingeniería, y lo hizo sin ignorar su entorno social. La responsabilidad social y el predominio de la cultura y la justicia fueron siempre presentes en su educación más primaria y eso le influyó de una forma muy enriquecedora a lo largo de su vida. Sus escritos sobre responsabilidad ambiental en ingeniería lo convirtieron en un pionero en la inclusión de la ecología y la sostenibilidad en el campo de la ingeniería industrial.»
Académico y maestro
Mientras su vida profesional crecía y también lo hacía la reputación dentro de todo el sector, Ras i Oliva también conreó el ámbito docente. En 1944 inició un trabajo muy importante como profesor en la Escuela de Ingenieros Industriales de Barcelona, obteniendo en 1958 la Cátedra de Electricidad, convirtiéndose en uno de los profesores de referencia de la UPC. También dedicó parte de su tiempo a la redacción de libros de texto «editados meticulosamente y considerados como clásicos en el campo de la ingeniería eléctrica», como afirmaba Josep Amat i Girbau, doctor en ingeniería industrial por la UPC. Efectivamente, estos libros merecieron el premio al libro técnico más relevante otorgado por la Asociación Nacional de Ingenieros Industriales.
Su carrera docente fue completada con diversos encargos de gestión universitaria. También en el año 1960 fue elegido académico numerario de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona, donde ocupó distintos cargos. Miembro agregado del Instituto de Estudios Catalanes (IEC) desde 1978 y numerario desde 1981, fue responsable del IEC en el Grupo Interuniversitario de Energía Solar. Su aportación a las distintas entidades y asociaciones vinculadas con la ciencia continuó a diferentes niveles. Cuando se creó el Consejo Científico y Tecnológico de la Generalitat, él fue nombrado vocal. También fue miembro del patronato gestor y posteriormente fundador del Instituto Catalán de Tecnología y del Instituto Catalán de Inspección y Control Técnico, como también fue miembro de la Comisión de Seguimiento del Convenio Generalitat de Cataluña-Instituto de Estudios Catalanes (1989-1992), como representante del IEC.
A lo largo de su vida, recogió premios y distinciones. Entre otros, la Gran Cruz del Orden Civil de Alfonso X el Savio, otorgada por el rey (1985); la Medalla Narcís Monturiol al mérito científico y tecnológico, otorgada por la Generalidad de Cataluña; o la Cruz de Sant Jordi de la Generalidad de Cataluña (1990).
Merece la pena acabar este escrito con algunas de sus palabras y de la filosofía que transmiten, una buena forma de conocer la energía que acompañó a este ingeniero excepcional a lo largo de la vida: «hoy se sabe que tanto los individuos como los pueblos tenemos grandes reservas potenciales de creación y de voluntad adormecidas que es saludable poner en acción. Si nuestra gente se convence de esto, habremos encontrado un recurso para combatir la degradante angustia de los tiempos que vivimos. Ciertamente es necesario educar la capacidad de adaptación al cambio. Y decisión y sentido común para esquivar las trampas; pero sin riesgo no hay progreso.»
Obras principales
- Transformadores de potencia, de medida, de protección (1979).
-
Análisis de Fourier y cálculo operacional aplicados a la electrotécnia (1979).
-
Redes eléctricas y multipolos (1980).
-
Teoría de líneas eléctricas vols. I-II (1973-1975).
- Catalunya i la tecnologia com a fet cultural: adequació de l'ensenyament tecnològic universitari (1983).
Más información
- Agulló, J. (2010). «Professor Enric Ras i Oliva (1915-2007)». Contributions toScience, núm. 6, vol. 1, p. 121-124.
- Amat i Girbau, J. (2009). «Enric Ras i Oliva». Memòria: curs 2006-2007. Barcelona: Institut d'Estudis Catalans.