Empresario y fundador del Jardín Botánico Marimurtra, de Blanes. Nacido en Hadamar, una pequeña localidad  cerca de Frankfurt am Main, hoy parte de la conurbación de esta ciudad, mostró  su interés por la botánica desde muy pequeño. Con sólo once años, ya hacía las  primeras recolecciones alrededor de su ciudad natal.

En 1987 llegó a Barcelona, donde en 1911 creó con un socio la empresa Faust y Kamman, que aún hoy está en activo. Con lo ahorrado gracias al negocio, fue comprando terrenos cerca de Blanes, cerca de la cala Forcanera. Faust no olvidó nunca su pasión botánica y fue adquiriendo estas propidades con la intención inicial de crear un espacio donde profesores, estudiantes y, en definitiva, investigadores de todo el mundo pudieran llevar a cabo sus estudios en un entorno de paz y tranquilidad. Influido por el pensamiento de Goethe, Faust tenía una visión humanista de la ciencia y del arte. Des de esta perspectiva, en 1924, a la edad de cincuenta años, abandonó sus tareas directivas en la empresa para dedicarse a la creación del que hoy es el Jardín Botánico Marimurtra. Con el asesoramiento de científicos como Pius Font i Quer, Josias Braun Blanquet, Fritz von Wettstein, A. V. Frič, Carlos Pau o Josep Cuatrecasas, entre otros, inició la organización del Jardín. La intención de Faust no era sólo la de crear un jardín botánico mediterráneo, sino un espacio a disposición de todo aquel que estuviera interesado en el estudio de la naturaleza. Como él mismo diría, quería crear una «república epicúrea de los jóvenes biólogos», que acogiera las personalidades más destacadas de la biología internacional en las mejores condiciones posibles de tranquilidad y armonía.

La guerra civil española, el posterior franquismo y la segunda guerra mundial tuvieron consecuencias directas sobre la idea ambiciosa de Faust, pero eso no impidió que siguiera con su objetivo. Además de la obra material que se puede ver en Marimurtra, Faust ofreció su ayuda a científicos emergentes en los difíciles tiempos de la postguerra. Uno de los casos ejemplares de esta labor es el de Ramon Margalef (que se convertiría en uno de los científicos más importantes en ecología), a quien Faust ofreció su jardín y su casa de Marimurtra, así como también le introdujo en el mundo de los pescadores -vitales para su investigación- y le ayudó económicamente en la compra de libros y en los primeros viajes al extranjero, entre otros. Este mecenazgo, que ejerció siempre que le fue posible, ya se había manifestado en los años anteriores a la guerra civil con su participación en la organización de la excursión de la SIGMA (Station Internationale de Géobotanique Méditerranéenne et Alpine) en Catalunya en 1934 y, durante la guerra, con el envío de alimentos, medicamentos y otros artículos a sus amigos catalanes.

A finales de 1950, Carl Faust había recuperado la idea de hacer de Marimurtra «un lugar de aclimatación y experimentación al aire libre, y que los pueblos de Europa no mediterráneos pudieran encontrar allí una salida al mar y una pequeña nueva patria donde consagrarse a sus estudios botánicos», como explicaba Font i Quer en recordar a su amigo. Pero a finales de ese año Carl Faust enfermó y la posible inminencia de un desenlace fatal lo hizo desistir de continuar las negociaciones que había mantenido durante años con el Ayuntamiento de Barcelona y el CSIC y crear una fundación privada que, a su muerte, administrase Marimurtra de acuerdo con sus directrices. Carl Faust murió el 24 de abril de 1952 en la casa de Marimurtra, dejando el Jardín y todo sus bienes a una fundación que hoy lleva su nombre y se preocupa de mantener viva su obra.

Más información

• Font i Quer, P. (1952). «Karl Faust Schmidt». Collectanea Botanica, vol. 3, fasc. I.
• Camarasa, J. M.; Català, J. I. (2007) Els nostres naturalistes, vol. 2. València: Mètode, Universitat de València.
• Fundació Carl Faust. «Semblança de Carl Faust», Jardí Botànic Marimurtra[en línia]. [Consulta: 3 març 2011].

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