Jaume Palau i Albet nació el 19 de septiembre de 1935 en Calafell (Tarragona), poco antes de estallar la Guerra Civil. Su padre, un campesino de Calafell, de ideas anarquistas, había colectivizado y hecho donación a la comunidad de la tienda que tenía la familia. De su primera infancia Jaume recordaba un bombardeo, se vieron obligados a entrar en un refugio, un lugar oscuro con mucha gente apretujada. A fines de 1938 él y su madre se trasladaron al Prat de Llobregat, donde su madre se estableció poniendo en marcha una tintorería. Poco después su padre se exilió a Francia. A pesar de ello, Jaume mantuvo su relación paterna como buenamente pudo el resto de su vida.
Creció en El Prat de Llobregat. La precaria situación de la postguerra le obligó a simultanear sus estudios con un empleo como contable en “La Seda de Barcelona”, donde empezó a trabajar a los quince años. Estudió el bachillerato en una academia de El Prat, asistiendo como profesor de refuerzo a otros estudiantes. Junto con sus compañeros de estudio y trabajo fundaron una “Asociación de Amigos”, que denominaron ADA. Jaume fue uno de los presidentes de esta asociación. Era un punto de encuentro y actividades varias de los jóvenes de El Prat de todas clases sociales. Así, mientras fue estudiante, Jaume participaba activamente en la vida social de El Prat, era una persona conocida y apreciada. Entre sus actividades cabe destacar su participación en competiciones deportivas, obras teatrales, la fundación de un semanario, “El Prat” 1950-77, y hasta la adquisición de mobiliario urbano. Cabe destacar su participación en varios grupos teatrales del Prat, donde actuó en una docena de obras, interpretando distintos papeles. Era socio del Grupo Cultural Recreativo de la Seda de Barcelona. Durante su vida adulta, aunque vivía en Barcelona, mantuvo sus vínculos con su ciudad de adopción, que lo homenajeó nombrándole “Amic d’El Prat” en 1998.
En esta época Jaume desarrolló una gran pasión por el ajedrez. Desde la Sección de ajedrez del Ateneu Foment Martinenc de Barcelona devino el principal promotor del Torneo Cerrado Internacional ˮCiutat de Barcelonaˮ. Fue cofundador del Institut d’Escacs de Catalunya y asiduo colaborador de su Butlletí d’Escacs. También realizó partidas simultáneas en el ámbito del Colegio de Químicos. Años más tarde comentaría que había pensado que el ajedrez ayudaba a desarrollar la inteligencia, pero constató que sólo desarrollaba la inteligencia para jugar mejor al ajedrez… En su madurez exploró su afición por otros campos desde una actitud humanista, como la poesía, la filosofía, la astronomía o el futuro de las redes informáticas en la sociedad. Sobre esta cuestión impartió conferencias para la Associació Amics de la UNESCO.
Su otra pasión, mucho más importante, era la Química, que le llevó a la Facultad de Ciencias de la Universidad de Barcelona, donde comentaba a menudo su deseo de dedicarse a la investigación y por tanto realizar estudios de doctorado. Jaume hizo la tesis en Química Orgánica bajo la dirección del Dr. J. Pascual-Vila, defendiéndola en junio de 1963. Era una de las pocas posibilidades que ofrecía la Universidad de Barcelona para introducirse en una investigación de calidad. Su trabajo fue fundamentalmente de síntesis, pero Jaume quería ya dedicarse a la Química Estructural, lo que sería más tarde el centro de su labor investigadora. De hecho al concluir su tesis colaboró brevemente con los Dres. J. Castells y M. Ballester en trabajos de espectroscopia. A lo largo de los años de estudio en la Facultad de Ciencias pudimos apreciar un rasgo prominente de su personalidad: una fidelidad inquebrantable a sus convicciones.
Concluida su estancia en el laboratorio de Química Orgánica de la Universidad de Barcelona, Jaume hizo un postdoctorado en el Chester-Beatty Research Institute en Londres, que simultaneó con estudios en el Departamento de Biofísica del King’s College. Su trabajo se centró en la obtención y purificación de histonas de la trucha (1964-1965). A su regreso a Barcelona prosiguió su investigación sobre las histonas y protaminas del esperma de moluscos y equinodermos. Ello fue posible gracias al inestimable apoyo del Prof. A. Prevosti, que impulsó su nombramiento como colaborador del CSIC en el Centro de Genética Animal y Humana. Allí se formó una Sección de Biopolímeros que pudo contar con los recursos de un proyecto subvencionado por el NIH de los Estados Unidos de América. Poco después el grupo se trasladó a la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales, transformándose en el Departamento de Química Macromolecular, centro coordinado del CSIC. Durante todo este periodo (1966-1971) sus investigaciones se realizaron en estrecha colaboración con el grupo del Dr. J. A. Subirana.
En 1970 Jaume se trasladó al Hospital de Sant Pau, incorporándose al Instituto de Biología Fundamental, centro del CSIC coordinado con la recientemente fundada Universidad Autónoma de Barcelona. Durante once años desarrolló allí su labor, prosiguiendo sus estudios sobre las propiedades fisicoquímicas de las histonas y de algunas proteínas acídicas (HMG) del núcleo. Inició también otras líneas en el ámbito de la predicción de estructura de las proteínas y de los antígenos nucleares. En esta época fue nombrado miembro de EMBO en 1971, fue uno de los primeros españoles que alcanzó esta distinción. Su labor formativa en este periodo fue muy intensa, dirigiendo la tesis de trece doctores, la mayoría de los cuales acabaron siendo catedráticos de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Durante este periodo sus inquietudes socio-profesionales quedaron plasmadas en una intensa actividad en la Asociación Nacional de Químicos de España, destacando su labor como Presidente de la Delegación en Cataluña y Baleares (1970-1974).
Entre las actividades de Jaume en los años 70 cabe destacar su participación, junto a Joan Oró, en un buen número de congresos y simposios estatales e internacionales (Durán Reynals, Origen de la Vida, Biología Molecular, Mecanismos de Acción Enzimática, Homenaje al Profesor Severo Ochoa). Mediante dichos eventos se intentó, infructuosamente, impulsar la creación en Barcelona de un centro de investigación en biología molecular homologable a nivel internacional.
En 1981 Jaume y su grupo se trasladaron al Centro de Investigación y Desarrollo (CID) del CSIC, donde continuó sus trabajos en las líneas ya citadas e inició en dicho centro una línea de investigación sobre Biología Molecular de Plantas que posteriormente adquirirá un potente desarrollo en el seno de lo que hoy se denomina Instituto de Biología Molecular de Barcelona.
En 1982 organizó con la Societat Catalana de Biologia un curso teórico-práctico sobre ingeniería genética, patrocinado por la CIRIT (actual CIRI, en aquel entonces la agencia catalana de desarrollo de la investigación científica). A partir de entonces la unidad de Jaume estuvo en condiciones de aislar y caracterizar genes, y en poco tiempo se habían acopiado resultados exitosos sobre genes de proteínas de reserva del maíz. La ingeniería genética quedaba introducida en Cataluña.
Tras un sabático en un centro de investigación de la Lombardía, y tras explorar la empresa biotecnológica privada, a partir de 1988 se trasladó a la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, como Catedrático de Bioquímica, donde de nuevo le correspondió la tarea de impulsar un nuevo grupo de investigación, en este caso de Biología Molecular Computacional. Una de sus últimas publicaciones (Genome Res. 10, 1719, 2000) ha recibido ya más de 30 citas. Allí trabajó hasta dejarnos, víctima de un cáncer de próstata, en diciembre de 2000.
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Las contribuciones de Jaume al desarrollo de la Biología Molecular quedan reflejadas en un centenar de publicaciones y en veinticinco tesis doctorales dirigidas. Entre los cargos que ocupó y las distinciones que recibió podemos destacar:
- Miembro de la European Molecular Biology Organization (EMBO), desde 1971.
- Director del Instituto de Biología Fundamental en la Universidad Autónoma de Barcelona (1970-1979).
- Presidente de la Sociedad Española de Bioquímica (1980-1984).
- Presidente de la Societat Catalana de Biologia (1981-1985).
- Director del Instituto de Biología de Barcelona, CSIC (1983-1985).
- Medalla “Narcís Monturiol” al mérito científico y tecnológico (1987).
Sin duda su aportación más importante fue contribuir de una forma decisiva al desarrollo de la Biología Estructural en Cataluña. Sus discípulos mantienen ahora responsabilidades en numerosas instituciones científicas catalanas. Su recuerdo y su ejemplo perdurarán siempre entre nosotros.
AGRADECIMIENTOS
Esta reseñabiográfica ha sido confeccionada por Juan Antonio Subirana Torrent, Catedrático jubilado de la UPC. Las señoras Montserrat Cid y Sonia Palau, así como el Dr. Esteve Padrós, han aportado datos importantes y han revisado esta reseña.