Fascinado por la naturaleza desde muy pequeño, en 1934 se desplazó a Madrid para estudiar Farmacia, donde tuvo como profesor de botánica al catedrático Josep Cuatrecasas. La Guerra Civil interrumpió sus estudios, que tuvo que continuar en Barcelona cuando la dictadura fue instaurada. Siempre atento al desarrollo cultural y científico de Granollers, participó y trabajó en distintas entidades y administraciones de la ciudad.
Entre 1944 y 1957 presidió la Agrupación Excursionista de Granollers; entre 1947 y 1955 ejerció como profesor de Ciencias naturales y de Química en el Colegio Oficial de Segunda Enseñanza de Granollers; entre 1945 y 1958 fue conservador y director del Museo de Granollers. En este cargo último, el trabajo hecho supuso el renacimiento de la institución. Entre otras cosas cabe destacar la primera catalogación de las piezas del fondo, la creación de la Estación Meteorológica de Granollers (con la colaboración de Marià Puig y de Salvador Llobet) o las actuaciones para salvaguardar elementos arquitectónicos de importancia de la ciudad. La pasión por divulgar con su experiencia práctica todo lo referente al mundo de las ciencias le condujo a ser un pionero en la introducción en Catalunya de las llamadas Escuelas de naturaleza.
Durante treinta años fue director del Parque Zoológico de Barcelona, cargo que ocupó desde 1956 hasta 1985. Tal y como comentaron Joan Garriga y Antoni Arrizabalaga, «las mejoras que se hicieron durante la dirección de Antoni Jonch son lo que configuran la esencia del Zoo actual». Algunas de estas mejoras se demuestran con el inicio de la Escuela Teoricopractica del Zoo de Barcelona -que ejemplifica su devoción por la pedagogía- o la modernización del recinto y su expansión de 2 a 12 ha.
En 1984 el parque dejó de depender del servicio municipal de Parques y Jardines para convertirse en una sociedad privada. Fue en este momento que Jonch pidió la jubilación voluntaria del cargo de director del Parque Zoológico de Barcelona. En 1982 había sido nombrado jefe del Área de Ciencias Naturales del Museo de Granollers, retomando así el esfuerzo en esta institución donde inició, entre otras cosas, una programación estable de exposiciones de naturaleza. En 1985 fue nombrado director del Museo, cargo que ejerció hasta 1992. Durante este periodo se hizo realidad el Museo de Granollers-Ciencias Naturales, en «la Tela», y se creó el servicio del Centro de Documentación del Parque Natural del Montseny en su sección de ciencias, entre otros hitos importantes.
Secretario General de la Unión Iberoamericana de Parques Zoológicos y miembro de la Unión Internacional de Parques Zoológicos, en 1985 la Generalitat de Catalunya le otorgó la Cruz de San Jordi. En su trayectoria también cabe destacar la insistencia en la creación de un parque natural del Montseny. Queda constancia de esta recomendación en el libro El Montseny: parque natural, publicado en 1953, veinte y cuatro años antes de la aprobación en 1977 del «Plan Especial del Parque Natural del Montseny».
Obras principales
- El Montseny: parque natural (Jonch i Cuspinera, 1953)
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La vida maravillosa de los animales ((Jonch i Cuspinera, 1969)
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El Montseny i les seves quatre estacions (Jonch i Cuspinera, 1979)
- Zoo de Barcelona: Educació i esplai ((Jonch i Cuspinera, 1982)
- Memòries del Zoo. Entre l'anècdota i la història conviuen homes i animals(Jonch i Cuspinera, 1995)
Más información
- Arrizabalaga, A. [et al.] (1994). Antoni Jonch. Fill predilecte. Granollers: Ajuntament de Granollers.
- Jonch i Cuspinera, A. (1984). «Institució pública pedagògico-naturalista annexa al Parc Zoològic de Barcelona». Butlletí de la Institució Catalana d'Història Natural, núm. 50, pg. 295-307.
- Jonch i Cuspinera, A. (1995). Memòries del Zoo. Entre l'anècdota i la història conviuen homes i animals. Barcelona: Proa.